El 5 de noviembre de 1919, las autoridades municipales anunciaron que los trabajos de ampliación y reformas del mercado de Mexicaltzingo estaban muy avanzados y esperaban que las obras concluyeran en un par de meses, para este propósito tomaron parte de la plazoleta frente al templo para agregar otro edificio que albergara al crecido número de puestos ambulantes que se instalaban todos los días y que daban un pésimo aspecto al vecindario. Con esta reforma el mercado de Mexicatlzingo adquirió una fisonomía que lo caracterizó por muchos años.
Corría el año de 1771, cuando el rey en turno, Carlos III, dispuso que el dominico Fray Antonio Alcalde tomara posesión de la diócesis de Galicia, hasta entonces vacante, que abarcaba el actual territorio de los estados de Jalisco, Colima, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila, Tepic, Texas y Louisiana. Así, el fraile abandonó Mérida para ocupar su nueva sede episcopal el 19 de agosto de ese mismo año y el 12 de diciembre hizo su entrada solemne en la ciudad de Guadalajara. Al llegar, pudo percatarse de que no existía ningún templo dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, a excepción de la capilla anexa a San Sebastián de Analco y, como se consideraba devoto de esta advocación, decidió iniciar la construcción de un Santuario en su honor en 1777, mismo que fue terminado cuatro años más tarde. La imagen que corona el Santuario Guadalupano en Guadalajara fue pintada por José de Alcíbar en 1774 en la Ciudad de México y tocada al original el 5 de octubr...