Un día te despiertas y miras con sorpresa que te falta un dedo, extrañado te pones a pensar: ¿Dónde lo abras dejado? Empiezas a hacer memoria y dices, cuando baje el cántaro del agua si lo traía, cuando acomode las mazorcas en la troje si lo traía, después camine a lo de Don Graciano y recuerdo que lo llevaba, ¿Dónde se habrá quedado? Claro que te preocupas un poco, pero piensas, que luego lo vas a encontrar, te levantas a hacer tus tareas diarias, ( tomas el azadón para irte a la milpa, es tiempo de desahijar ), en el día piensas en el, pero sin darle mucha importancia, en la tarde como siempre la curiosidad te vence, y vas a lo de Don Graciano, ni siquiera lo comentas por que no sabes donde esta. A día siguiente, parece que ahí esta el dedo, mueves el dedo y ahí esta, pero ¡que contrariedad! Ahora se te ha perdido un pie, y das vueltas y vueltas en la cama,( tu cama hecha con dos burritos, triángulos de madera que carga...